Un proyecto único en el que se ha convertido una antigua oficina en un apartamento de 70 metros cuadrados en el centro de Donostia. La propuesta de Ilia Estudio destaca por la amplitud de espacios, en el que el protagonista sin duda es la unión de las tres estancias principales de la casa: el salón, el comedor y la cocina. La clave para conseguir esta perfecta fusión de espacios es el suelo continuo blanco que se extiende por toda la vivienda. Un proyecto basado en la luz y las texturas en el que la claridad llena cara rincón del apartamento.
El dormitorio destaca por su sencillez, en el que el blanco es el claro protagonista de la estancia. La estructura básica de la cama en negro, así como la ropa de cama en tonos marrones y beige, contrastan con esta claridad del resto de la habitación. Además de la luz que entra por la ventana, se consigue una mayor sensación de amplitud y luminosidad gracias a las paredes de cristal que aligeran el espacio.
Al cuarto de baño se accede a través del hall principal, y su puerta está enfrentada al dormitorio. En éste no se apuesta únicamente por el blanco como en otras estancias, puesto que ya los sanitarios y el techo aportan ese toque de color puro, y se ha apostado por unas tonalidades grises enriquecidas por el dibujo de las vetas de la madera. Además, se ha incluido una estrecha cenefa vertical con toques naranjas que rompen la sincronía del blanco y el gris.
Salón, comedor y cocina están perfectamente unidos en una misma estancia. Además, se han yuxtapuesto diferentes texturas y materiales para marcar los diferentes usos de la vivienda: madera para el aseo, vidrio para el dormitorio y un suelo de microcemento color blanco para la estancia de salón-cocina-comedor.
La cocina es muy importante dentro del proyecto ya que es lo primero que se encuentra desde el hall principal. Las puertas correderas acristaladas permiten que se use abierta o cerrada según la ocasión. Destacan las encimeras negras, así como los electrodomésticos, que contrastan con el blanco del mobiliario, del techo y del resto de paredes de la casa.
En la parte posterior del salón se ha creado un espacio en el que poder trabajar desde casa. Lo mejor de éste es el toque de color que se incluye mediante la silla y el mueble auxiliar de color rojo.
